Pensando en la siembra de maíces tempranos.

El maíz temprano ofrece un mayor potencial de rendimiento, reduce la densidad de las malezas y permite la aplicación de herbicidas con modos de acción diferentes a los tradicionales. Pero al ser un cultivo de crecimiento inicial lento, debemos controlar las malezas desde la etapa de implantación con preemergentes eficaces y de mayor residualidad.


El resultado del cultivo de maíz depende fuertemente de las condiciones hídricas y fototérmicas a las que está expuesto, sobre todo alrededor de la floración, momento en que se define gran parte de su rendimiento. Los maíces tempranos presentan mayor potencial pero menor estabilidad que los maíces tardíos, debido a que exploran condiciones de mayor radiación en su período crítico con mejores condiciones hídricas y nutricionales, logrando una mayor tasa de crecimiento y un mayor rinde potencial.

Por otro lado, al ser el maíz un cultivo de crecimiento inicial muy lento, debemos considerar que, desde la etapa de implantación, las malezas pueden generar competencias, con un período crítico de interferencia hasta V8 o incluso V9. Un trabajo del INTA Manfredi –Córdoba– determinó que la inclusión de maíz temprano al esquema de producción reduce la densidad de las malezas en los lotes, ya que permite la aplicación de herbicidas con modos de acción diferentes a los utilizados en soja. Ejercer un control temprano y anticipatorio es fundamental y las herramientas más eficientes con las que contamos son los herbicidas de alta residualidad. 

El problema del “yuyo colorado”
El Amaranthus hybridus es una maleza complicada que presenta resistencia a herbicidas del grupo de los inhibidores de los ALS, a glifosato, a hormonales y también existen biotipos con resistencias múltiples, es decir, a la combinación de más de uno de estos activos. Es un problema a tratar ante la siembra de maíces tempranos, ya que presenta un patrón de emergencia muy extendido, con dos flujos bien marcados en primavera (septiembre-diciembre) y verano (enero-febrero). Es necesario aplicar herbicidas alternativos para el control de las plantas nacidas, previo a la siembra del maíz.

El uso de herbicidas residuales para Yuyo colorado no es una opción mas, es la herramienta química clave para su manejo.

La siembra de maíz temprano, facilita el manejo preemergente de esta especie. Ante la necesidad de rescates, implementarlos con tamaños chicos de malezas para lograr altas eficacias. El ajuste de preemergentes adecuados reduce las probabilidades de tener que intervenir dentro del cultivo. Los costos de estas intervenciones, pueden significar entre el 10% y 30% de los costos totales en herbicidas durante el ciclo de cultivo.

Una estrategia es utilizar, previo a la siembra de los cultivos, productos que no sean ALS, como por ejemplo terbutilazina, que se presenta como una alternativa a la conocida atrazina. El principio activo terbutilazina es un herbicida selectivo de acción sistémica con una molécula del grupo químico de las triazinas. Es un herbicida de alta persistencia y residualidad, que ofrece una acción continua de hasta 90 DDA, permitiéndonos controlar los nacimientos de nuevas malezas. Una formulación SC a base de terbutilazina garantiza una excelente compatibilidad en mezclas, mayor residualidad y un eficiente control de malezas problemáticas.

La terbutilazina es un producto con menor lixiviación y con un alto coeficiente de adsorción, permitiendo que el herbicida se ancle al suelo luego de la aplicación.

El principio activo es absorbido por las hojas y principalmente por las raíces. En las hojas, interactúa con la proteína D1, inhibiendo la transferencia de electrones. Su acción como inhibidor de la fotosíntesis en el fotosistema 2, evita la producción energética necesaria para el crecimiento de las plantas, provocando una clorosis, necrosis y muerte rápida al inicio de la emergencia, en una gran cantidad de especies.

Para ampliar el rango de control, es recomendación combinarla con algún herbicida del grupo de las amidas tal como el alaclor, metolaclor o acetoclor, que son principalmente graminicidas. El resultado garantiza un efectivo control tanto en malezas de hoja ancha como de hoja angosta.

En maíz, la combinación de Terbutilazina Sigma + S-metolacloro Sigma demostró la más alta tasa de control sobre el Amaranthus, gracias a un efecto de sinergismo, efecto de quemado, mayor espectro de control y mayor residualidad.

Tomando un lote complicado
Al enfrentarnos a un lote con una importante población de malezas ya emergidas, la técnica de doble golpe es siempre una opción válida. Esta técnica permite lograr un excelente control de malezas en pre-siembra de maíces tempranos lo cual es fundamental en siembra directa.

Consiste en la aplicación de un desecante o quemante entre 7 y 10 días después de un primer tratamiento, generalmente de acción sistémica, buscando producir un desacople de los procesos de degradación e inhibición de translocación que la maleza realiza luego de un primer golpe, con un herbicida o combinación de herbicidas sistémicos (glifosato / hormonales / graminicidas).

El primer golpe debe ser con herbicidas sistémicos que logren movilizar los meristemas terminales y laterales de la maleza. Una recomendación es aplicar Glifosato Gold Sigma + 2,4D 60 Sigma.  El segundo golpe debe realizarse con herbicidas de contacto con efecto quemante relativamente rápido, como el Paraquat Sigma + Glufosinato de Amonio Sigma. De esa manera se impide el proceso de fotosíntesis con el cual la maleza obtiene la energía necesaria para degradar e inhibir la translocación del primer tratamiento.

El intervalo entre tratamientos debe estar entre los 4 y los 10 días, recomendándose un lapso óptimo de entre los 7 a 10 días. Es clave aplicar el segundo golpe antes de que la planta pierda follaje y decaiga en exceso, para que logre incorporar al herbicida de contacto.

Calidad de la mezcla
La utilización de coadyuvantes ayuda a minimizar los problemas de las aplicaciones y aumentar la eficiencia de las mismas. Aportan una mejora en la compatibilidad de productos y un incremento de la permeabilidad y velocidad de penetración a la planta de los activos.

Nanomic Sigma es un coadyuvante formulado con tecnología de nanoemulsión, ideal para la aplicación de herbicidas, fungicidas e insecticidas, de cualidad penetrante, adherente, antievaporante, dispersante y antiespumante. Su composición incluye 45.8% de aceite metilado + 54.2% inertes, donde el agregado de siliconas y alcoholes entre sus componentes inertes, lo hacen un coadyuvante único en el mercado. El porcentaje de aceite metilado es suficiente para ejercer las propiedades de penetrante, adherente y antievaporante, más el 54.2% de tecnología, donde se encuentran los emulsionantes responsables de formar la nanoemulsión, además de tensioactivos, alcoholes y demás insumos que hacen a la excelente calidad del producto.

Nanomic Sigma forma micelas hasta 100 veces más pequeñas que los coadyuvantes premium del mercado. Esta característica le otorga una mezcla homogénea en tanque y una mejor distribución del principio activo sobre el blanco, alcanzando niveles de eficiencia biológica superiores.


En Sigma Agro contamos con una variada paleta de coadyuvantes, comunícate con nuestro departamento técnico para que podamos ayudarte a elegir el tipo de producto que mejor se adapte a esas necesidades:


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